domingo, 4 de abril de 2010

Mientras renuevo mi casa...

Mientras renuevo mi casa, regreso a su lugar lo que estaba entre mis cortinas preferidas, entre las mantas de mi cama, y bajo el florero que aún tengo sin flores. Regreso a su lugar esos collares de cuentas blancas y perfectas de días en ilusión que bajo el sol de mi ventana brillaban, claro, bajo el sol brillaban…., no eran dueñas de la virtud que me alimentaba, mientras las guardo en una saquito de terciopelo en despedida espero que sientan en el, la suavidad de mi cariño que tuve por ellas.

Amarro mi pelo con un cinto que antes adornaba un vestido, para que me deje ver lo que encuentro y no caiga sobre mi cara como suele hacerlo. Un cuadernillo llega a mis manos, donde en cada página habita una hoja regalada de un árbol perfumado, algunas flores secas caen de el, percibo aún sus aromas frescos como el primer día, aromas de bosques húmedos que me atrapa en esos momentos de delicias. Halle una infinidad de libros y escritos entre mantas protectoras de mis fríos, trataban de historias increíbles todas acompañantes de mis sueños, los recojo y ordeno siempre observándolos para desempolvar mi memoria, es que a pesar de enredarse en las mantas que me entibiaban y estar ahí cada noche, ya los había olvidado, en eso recuerdo y espero, días en ilusión, nuevos días en sol, cada uno de páginas en blanco, ansiosos por ser escritos en nuevas tintas de colores de miel y ron -  insisto en esa mezcla -  de poemas y relatos en anhelo, mientras me hago de hilos de ansiedades desconocidos y adictos.

Bajo el florero, encontré hojas sueltas de lo que algunas vez fueron palabras intensas de amor, todas liberadas con la brisa mañanera que entra desde mi puerta, pertenecen a ella, que entra para descubrir del polvo y la quietud los rincones de mi casa, llenándolas de nuevos aromas, nuevas sensaciones e iluminarla de amaneceres, mientras se lleva lo que debe irse con ella.

Cada momento transforma y remueve mi interior,  cada segundo en que despierto frente a una ilusión destrozada, golpea en mi pecho fuerte que hiere pero ya no me tumba al suelo, tomar distancia es el remedio. Todo lo que amas suele volverte un adicto, todo lo que esperas suele volverte ansioso, todo lo que debes dejar en tu mayor estado saturado de amor, suele volverte moribundo…. loco, puedes conocerte en tu forma mas débil al enfrentar semejante realidad, conociendo tu alma partida y verte sangrante de heridas profundas que corren por hilos de aguas confundiéndose con charcos de aguas sucias, mueres…. Ahí te quedas por un tiempo, esa es tu nueva casa penumbrosa.


Pasa el tiempo...


Pasa el tiempo...

Pasa el tiempo y abres tus ojos notando que tus heridas pueden volverse en tonos rosa, cuando ya no ves la pérdida de tu sangre doliente, te levantas y comienzas a reconocer y ordenar tu casa, a recoger cada despojo de lo que quedo, a tomar lo que antes era realidad ahora convertido en recuerdos con etiqueta de “olvidar”, a limpiar, abriendo ventanas y puertas, para que entren brisas de colores de madrugadas y atardeceres, iluminar y dejar que se lleve todo, mientras cierras tus ojos con una última lagrima por el que fue tu amor… por el que ya no lo es. Dueles sabes, pero no como antes.

Sonrió, y mientras limpio mis manos, mientras termino de pasar los últimos paños para quitar restos de tiempos pasados, contemplo a cierta distancia, un florero que deslumbra por sus orquídeas blancas……..
   

1 comentario:

  1. que bueno amiga, otro puentede comunicación atravez de este blog.
    un abrazo.

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